"Simplemente que estas cosas son de todo el que las sienta, y es mi voz la que las dice, mas, es de todos la conciencia"

viernes, 21 de enero de 2011

Brújula perdida

La Concertación de Partidos por el No, coalición creada para aglutinar a los principales sectores de la oposición al Gobierno Militar, obtuvieron su primera victoria ese año 1988 concretando el retorno a la democracia, pasando luego a denominarse "Concertación de partidos por la democracia", conformada por la Democracia Cristiana, el Partido por la democracia, el Partido Socialista y el Partido Radical Social Demócrata. El logo de esta colación es un arcoiris, que simboliza la variedad de ideas, proyectos, ideales, etcétera, que confluían en esta coalición, esto como principal característica de esta coalición. No obstante, su principal característica se esta convirtiendo, y hace un buen tiempo, en su verdugo.

Fue en un principio que todos estos partidos tenían una meta en común, un sueño, ver un Chile en democracia, libre, donde la gente no tenga miedo de decir lo que piensa y lo que siente, terminar con el Gobierno Militar, y esta meta era tan grande que las diferencias individuales desaparecían en pos del bien común. Esta coalición ganó todas las elecciones desde 1988 hasta el 2008, donde por primera vez la oposición obtuvo un mayor número de alcaldes, y perdiendo el gobierno por primera vez en 20 años el pasado 2010. Hace 20 años eso era lo que los aglutinaba, ese sueño, ese sueño hacía posible que un demócratacristiano votara por un socialista, que las diferencias en temas valóricos, éticos y morales no salieran a la luz, entre otras cosas, sin embargo, ¿qué es lo que hoy une a la Concertación?, ¿Cuál es esa meta tan fuerte que hace que sus diferencias desaparezcan? Cuál es su proyecto común sino volver al poder para...no sé

A casi un año de que hayan perdido las elecciones, aun no ha habido una autocrítica seria y profunda de por qué se perdió, más allá de "la Concertación dejó de escuchar a la ciudadanía", y el único que elaboró una autocrítica escribiendo el libro "Radiografía de una derrota" (Eugenio Tironi), fue prácticamente crucificado por su coalición. Un conglomerado político que no esta dispuesto a reconocer en que falló, para así enmendar esos errores, poco puede aventurar a futuro más que el volver al poder sólo con el fin de tenerlo, sólo con el fin de que "no vuelva la derecha", esta falta de proyecto común se vio en la última etapa de la campaña de Frei donde se repartían volantes "no virar derecha" y cosas por el estilo, y cuando tu punto fuerte se centra en el adversario, y no en lo que tú puedes ofrecerle a la ciudadanía, demuestra que hay una falta de proyección importante.

Una coalición política en democracia no necesita ser amplia, necesita ser clara en lo que propugna, que se vea claramente "ésto, ésto y ésto es lo que pensamos y lo que queremos para Chile", de lo contrario, y es lo que ha pasado hoy en día, los límites entre uno y otro partido se van difuminando, y hoy pareciera que todos los partidos fueran lo mismo, con diferencias en los matices en que se implementa la economía social de mercado. Y este afán de esconder las reales convicciones, disfrazarlas detrás de promesas baratas no hace más que hacerle daño a la política y su prestigio, que dudo pueda caer más bajo.

Hoy el Partido Radical ha congelado relaciones con el resto de la Concertación, a raíz del apoyo de esta última al proyecto de reforma educacional, el diputado histórico del Partido Socialista Sergio Aguiló, renunció a su partido por la misma razón, la Democracia Cristiana hace varios años viene mostrando diferencias fuertes con el resto de los partidos. Esta aprobación de la reforma educacional gracias a los votos de la Concertación probablemente sea la gota que rebalse el vaso, ver a Camilo Escalona enrostrándole a Ignacio Walker, presidente de la DC, que parecía más un asesor de Lavín que un parlamentario de la Concertación, a Lagos Weber y José Antonio Gómez gritándose de un extremo a otro de la mesa, son sólo muestras de que el problema al interior de la coalición va mucho más allá y es mucho más profundo.

¿Cuál es la idea fundacional de la Concertación?, ¿Cuál es su proyecto común?, si esas preguntas no pueden responderse, lo mejor para ellos y para la política chilena es que este otrora exitoso conglomerado se desarme, no hay otra opción, que cada cual busque realmente cuál es su verdadero horizonte en la vida política y desde allí comenzar a construir, pero mientras no exista un proyecto común que los haga ver más allá de sus diferencias, la Concertación no tiene razón de ser.


No hay comentarios:

Publicar un comentario