"Simplemente que estas cosas son de todo el que las sienta, y es mi voz la que las dice, mas, es de todos la conciencia"

sábado, 13 de noviembre de 2010

La nunca bien ponderada crítica

"El hombre de talento es naturalmente inclinado a la crítica,
porque ve más cosas que los otros hombres y las ve mejor"
Monstesquieu


Año 2006, se anuncia la inminente fusión Valpo-Viña para el año 2008, y algo le pasa a ese Carlos de 14 años, no le gustaba la fusión, sentía que no se lo merecía, ni él ni una historia centenaria, y comenzó a desde su lugar de alumno de 8º a ver qué podía hacer, de hecho llegó a mandar una carta al Mercurio, a los 14 años...

Año 2008, se anuncia la expulsión de siete dirigentes del grupo scout, sin argumentos válidos. Ese episodio también cambió algo, fue la concreción de una llama que estaba comenzado a encenderse, una llama que incitaba a gritar, a no quedarse callados frente a lo que pasaba delante de mis ojos. Probablemente ese año nació esta mirada más aguda de la realidad, esta capacidad de doble filo de trabajar por la justicia, aunque en un principio, a pequeña escala.

Comenzaré diciendo que esto de la crítica no es un camino fácil, para nada. Hay que hacer una distinción entre "criticar" y "reclamar". Reclamar es propio de los amargados, de quienes dejan que la diarrea verbal les inunde la boca, quienes no ven cosas buenas en la sociedad y reclaman de que esto está mal, esto otro también, pero su actuar se limita a eso: decirlo. Quien critica es diferente, quien critica lo hace porque sabe que las cosas son perfectibles, que pueden ser mejores, y no se queda en las palabras, sino que trabaja porque las cosas mejoren. Dejemos exentos de esta categoría al típico critico de cine, o de libros, etc, quienes no representan ninguno de los dos conceptos sino otro del cual no tiene sentido referirse ahora.

Como dije en el párrafo anterior, hacer crítica no es fácil. No es fácil porque al hacer esto se ganan enemigos, gente que ya no volverá a mirarte de la misma forma. No es fácil porque hay puntos donde sientes que estas en la primera línea de batalla, miras atrás y no ves a nadie. No es fácil porque serás tildado de resentido, y el error estará en quien habla su verdad, y no en quien comete el error. No es fácil porque cansa, cansa estar en una batalla que fácilmente puede transformarse en una guerra perdida. No es fácil porque muchas veces serás mal entendido. Y en todo esto radica la clave de la crítica: requiere tenacidad. No se puede ser crítico sin ser tenaz, es necesario permanecer en la línea de batalla, aunque los enemigos te doblen en número, aunque las armas sean inferiores, en fin, hay que tener la fuerza de voluntad suficiente para no verse dañado por los imprevistos y los embates de esta lucha. Sin embargo hay un arma que esta de tu lado: el miedo. En tus enemigos provocas miedo, tienen miedo a la crítica, miedo a que sus malas acciones sean juzgadas y puestas a la luz, aunque todos las vean pero nadie las critique, "quien se enfada por las críticas reconoce que las tenía merecidas". Si bien las críticas no son gratas, son necesarias para el perfeccionamiento de la sociedad.

Es por esto que al momento de comenzar este camino hay que sopesar las características que contamos, como decía Poe, en la crítica hay que ser valiente, severo y justo. No hay que dejarse atemorizar, hay que ser justo: tampoco todo es malo, y toda crítica tiene que ir acompañada de una solución, que es una de las partes más importantes, junto con el problema tiene que haber un remedio. Tiene también que hacerse a tiempo, muchas veces de nada vale hacerla una vez que los hechos ya están consumados, hay que decirlas oportunamente, aunque la gente no la vea.  Finalmente, hay una cita del gran Martin Luther King que es precisa para este caso: "Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos."

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