"Simplemente que estas cosas son de todo el que las sienta, y es mi voz la que las dice, mas, es de todos la conciencia"

lunes, 8 de noviembre de 2010

Valpo


Que increíble es esa sensación de sumergirse en una ciudad, esa sensación única que hasta ahora sólo me ha pasado con París y con Valpo, esa sensación de cada paso que se hunde entre las callejuelas que añoran esas edad de oro, ese aire que entra raudo a llenar los pulmones y la vista que se rebalsa de casas apiladas, de gatos escurridizos, de gaviotas luchando contra el viento, de escaleras infinitas, de este Valparaíso apasionado.

Hoy estuve en la presentación de la nueva novela de mi escritor favorito, Roberto Ampuero,  y lo sentí un hombre que estaba en su salsa, que se veía dichoso en Valparaíso, sintonizaba tan bien con el paisaje que daba gusto escucharlo hablar, hablar amparado por el viento helado que corría a las siete de la tarde en el Paseo Gervasoni. Roberto Ampuero recordaba una frase escrita en su novela "El Caso Neruda", que decía que Valparaíso era como la vida, a veces se podía estar en la punta del cerro, mirando un paisaje magno, otras a punto de subir una escalera enorme, rodando por una quebrada, perdido entre callejuelas, en fin, tantas situaciones que se asemejan a la vida misma y que sólo este puerto aguerrido posee.

Me di cuenta de que necesito estas dosis de Valparaíso, estas inyecciones de fragancias porteñas, un café en un local agradable, las miradas tristes de los perros vagos, el caminar imperturbable de las palomas, los pasajes estrechos, el mar apacible, la lluvia impertérrita, los edificios agrietados, los colores poderosos, el J. Cruz, el Colegio, Wanderito, en fin, todo aquello que hace de esta ciudad una cápsula mágica, un entorno cultural que se resiste a morir, un caldo de cultivo de personas, no de gente, de personas. 

Valpo...Valpo...nada más.

2 comentarios:

  1. Muy bueno Carlos!, que bien que las letras ya han llegado a tu vida (la buena -y a veces mala- noticia es que ya nunca te dejarán!). Te mando un abrazo, contenta de leer a un hombre como tú. Camila.

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  2. Gracias Camila, la verdad es que hace tiempo ya que me atraparon las letras y ojala que no me suelten más. Un abrazo

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