Desde hace días me ha rondado en la cabeza una imagen, una imagen sumamente nítida, la intentaré describir:
Los mineros no sólo van a salir a la luz de nuevo luego de una larga espera, van a salir a un mundo completamente distinto, un mundo absolutamente ajeno para ellos, van a salir y los periodistas se les van a tirar como tiburones, los canales de televisión les exprimirán hasta la última gota de rating, amén del posible merchandising que pueda salir (poleras, tazones, figuras de acción), en fin, son 33 hombres que entraron a la mina con un casco en la cabeza y salen de ella con un psp, un ipod, varios viajes en el bolsillo, millones de pesos, fama, gloria y fortuna. ¿Qué queda para los empleados de la mina que no quedaron atrapados?, ¿para el minero que tenía que trabajar ese día y se quedó dormido?, ¿qué queda para los mineros de Chile que día a día arriesgan la vida igual que esos 33?.
Es el poder de la prensa, el poder de haber convertido a un niño en un icono pop, sólo por tener el "don" de hablar mal (hablamiento, zafrada, tarallines, etc), lo agasajaron con un caballo, una casa, un bote, computador, y miles de regalos más, ¿y el resto de los damnificados?, no digo que no les regalen cosas, pero hay un límite, cuando ya es una exaltación de lo evidente, el tema se trilla y se convierte en un mero instrumento de los medios para acaparar rating.
El llamado que debiesen hacer los medios es a saber administrar esta "fama" que van a tener, van a empezar a ir a los programas de conversación, a más de alguno lo llamarán para un reallity, y el reto que tienen ahora es saber qué hacer y qué no, la ayuda psicológica que les va a brindar el gobierno debiese también ir enfocada hacia ese ámbito. Finalmente, creo que la prensa debe dejar de tener como lema "al pueblo pan y circo", perfectamente podrían haber hecho reportajes de la historia del minero en Chile, cómo esta situación no es nueva, sin embargo prefieren mostrar si les mandan o no asado o que les regalaron ropa hot a sus mujeres.Pero bueno, al final el show debe continuar.
Carlos: me permito comentarte y te felicito por atreverte a escribir en un blog. Para mi es el espacio que más cuido de este loco y voraz mundo de la internet. Del show, creo que he dicho bastante, a veces temo parecer demasiado ácida, pero la verdad es que si algo nos han demostrado los 33 mineros, es que todo este tiempo los que han hecho los reality nos han mentido, la solidaridad desinteresada existe, la humanidad es posible, las personas tienen un valor en si mismas y con este por supuesto no e refiero a la TV, ni a la prensa, ni al gobierno, sino a los 33 que por suerte o destino quedaron bajo tierra en ese pique del "demonio". Nos han demostrado que la inteligencia tiene más que ver con la sabiduría y el manejo de las relaciones personales, que con el nivel educacional.
ResponderEliminarEl show continuará, porque eso es lo que quienes controlan los medios, quieren darle a la gente. Recuerda que el conocimiento es poder y por ningún motivo es conveniente para algunos "educar" a la "gente" (me gusta más la palabra pueblo jejeje).
Un abrazo y nos estamos leyendo.
Grande Tía Paola jaja, sí, la veedad es que a veces cuesta mucho evitar caer en los comentarios ácidos, aunque muchas veces son necesarios o es imposible disfrazarlos con eufemismos jaja.
ResponderEliminarEso es justo lo que debiese preocuparnos, los mineros, no la propaganda que a veces diezma los esfuerzos por rescatar los resabios de bondad que aun quedan, todo se trivializa, se convierte en un títere del marketing, de la publicidad, en fin, ya es historia sabida. La solución entonces, es que hay que educar al pueblo entonces jajaja, la pura verdad. saludosss